Poe, escritor romántico, maestro del relato corto y cuentos de terror intentó hacer de la escritura su modus vivendi, con final lamentable.
Sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por los Allan, un rico matrimonio pero nunca fue adoptado legalmente. El padrastro desoía sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo.
Tambien fue crítico literario en periódicos de la época, destacando por su estilo cáustico y elegante. Murió cuando contaba apenas cuarenta años de edad, sin saberse la causa exacta de su muerte.
Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa y, a través de esta, en el surrealismo. Su impronta llegó mucho más lejos. Influyó en la literatura de fantasmas victoriana y en autores tan dispares como Baudelaire, Dostoyevski, Faulkner, Kafka, Borges y Cortázar. Rubén Darío le dedicó un ensayo en su libro “Los Raros”.
Poe hizo también incursiones en campos tan heterogéneos como la cosmología, la criptografía, el cine y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir).
La diversidad artística de aquellos que cayeron bajo el hechizo de Poe indica el alcance de su influencia al usar las imaginativas obras del poeta como base para sus teorías estéticas. En pocas palabras, los escritos de Poe promovieron la generación artística y estética en una gran variedad de disciplinas creativas.
Revolucionó el cuento de terror, dotándolo de perspectiva psicológica, coherencia de tono y atmósfera
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