Un día cualquiera del calendario te subes a mi moto sin saber por qué, sin conocer exactamente a donde vas. Las calles vacías te han visto pasar, y tú en mi corazón lloras otra vez. Juventud, divino tesoro, fuerza que ilumina todo el planeta, pero no aprietes el acelerador con tu ego, puedes tener más riesgos que con una moto que circula por las calles mojadas sin respetar el respetar el camino. Debes ir más despacio y no meterte en recovecos para aprender a mantener el equilibrio y saber que seguirás hacia adelante. No eres la chica de hoy, sino la de ayer, sigues jugando con las flores de mi jardín, podría ser muy tarde para entender el peligro que encierran esos lugares.¡Vete a tu casa, no debemos sufrir!
Caligrama dedicado a Leonarldo por su percepción de velocidad y a Carmen, Jose Luis, Yolanda, Victoria, Josechu y Daniel por sus comentarios
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